Salar

La localidad granadina de Salar se sitúa en la parte meridional de la comarca de Loja. Es un pequeño municipio que no llega a los 3000 habitantes pero que posee una serie de vestigios patrimoniales que lo convierten en uno de los lugares con más historia de la provincia.

Para comprender la etimología de su nombre debemos retrotraernos al romance, concretamente a la palabra "Sall", del latín "Sallere". Un concepto que vendría a describir un terreno rudo, complejo, abarrancado. Algunos expertos como  F.J. Simonet interpreta su origen como proveniente del árabe "al sal" que significaría casa morada.

Salar fue ocupado desde el neolítico superior, periodo del que se han encontrado una serie de vestigios como puntas de flecha o restos cerámicos en las llamadas Cuevas del Tajo Cartamal. Tras este espacio temporal se ha datado ocupación íbera y más tarde romana en Cerro de Gabino y su entorno. La recientemente descubierta Villa Romana ha revalorizando de forma importante la zona, siendo una muestra de la increíble importancia a nivel histórico del municipio. 

Con la ocupación musulmana de la zona aparecieron una serie de torres vigías en toda la comarca. En Salar destaca la conocida como Torre de Salar, que data del siglo XIII. 

Ya en el siglo XV, con la conquista castellana, Hernán Pérez del Pulgar y Osorio fundó el mayorazgo de Salar por concesión real. A partir de este momento, sus descendientes fueron personajes de relevancia para la villa.

Salar destaca también por ser una de las pocas localidades de España que conserva su propia Real Feria de ganado. A su vez, como festividades son relevantes la de San Marcos el 25 de abril y las de Santiago Apóstol y Santa Ana los días 25 y 26 de julio.