León

Situada justo en el centro de la provincia a la que da nombre, León es una de las ciudades con más historia de la península.

Nació como campamento militar romano hacia el 29 a.C., justo en la confluencia de los ríos Bernesga y Torío. Con la caída del Imperio romano, León queda despoblada hasta que la expansión del Reino de Asturias vuelve a convertir la zona en un lugar importante. En torno al año 910 se convierte en la ciudad capital del Reino de León, comenzando su etapa de mayor esplendor y crecimiento.

Bajo el reinado de Alfonso IX albergó las primeras cortes de Europa, en 1188. Este acontecimiento le valió su declaración como Cuna del Parlamentarismo por parte de la UNESCO en 2011. Ya durante la Baja Edad Media perdió cierta importancia, fue entonces cuando acabó integrada en el Reino de Castilla. Durante la Guerra de Independencia fue una de las primeras ciudades en sublevarse y ya en el siglo XIX comenzó su etapa de expansión urbana.

La importancia de León durante siglos hizo que fuese una de las ciudades con mayor patrimonio artístico, la mayoría ha perdurado hasta la actualidad. Uno de los ejemplos más destacables es el de la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, una de las obras románicas más destacables de la península. A su vez, también cabe mencionar el Convento de San Marcos. Esta construcción data del siglo XVI y fue un encargo de los Reyes Católicos con el objetivo de ser un centro de recepción de peregrinos del Camino de Santiago.

Además de todo ello, León cuenta con una obra modernista única en el mundo. Hablamos de la Casa de los Botines, edificio construido y diseñado por el gran Gaudí, siendo una de sus tres obras fuera de Cataluña.

León destaca también por su rica y variada gastronomía. En sus bares y restaurantes pueden probarse exquisitos embutidos y platos como cocido de Maragat o lechazo asado.