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Este verano te proponemos siete ciudades que lo tienen todo: playas, buena gastronomía y un espectacular patrimonio cultural.
1. Cádiz: la tacita de plata
Cádiz es una de las ciudades más antiguas de occidente, ya que cuenta con más de 3.000 años de historia. Sus orígenes se conservan en el yacimiento arqueológico de Gádir, la ciudad fenicia (siglo IX a.C.). No te puedes perder sus callejuelas, la majestuosa Catedral de Cádiz barroca, rococó y neoclásica, con su cúpula dorada coronando el skyline gaditano. Tampoco la Torre Tavira (siglo XVIII) con su cámara oscura y el castillo de San Sebastián, que, según la leyenda clásica, ocupa el lugar del que un día fue el Templo de Kronos. Y por supuesto, pasa una tarde de playa en La Caleta, disfrutando de un bonito atardecer. Para conocer todos estos encantos al detalle, apúntate a alguno de estos tours guiados en Cádiz, perfectos para hacer un recorrido panorámico o temático, según tu preferencia.
2. Málaga: arte, historia y mar
Málaga, la capital de la Costa del Sol, no es solo sol y playa de la Malagueta. Su casco histórico conserva un gran legado. La ciudad sorprende con una Alcazaba árabe con una conservación excelente, un teatro romano y la Catedral renacentista de la Encarnación sobre una antigua mezquita. Aunque sus orígenes como la Malaka fenicia se encontrarían en un faro que hubo en el Castillo de Gibralfaro, cuyo mirador ofrece una vista panorámica espectacular. Además, cuenta con una gran oferta cultural por la que es llamada la Ciudad de los Museos: el Museo Picasso y la Fundación Museo Casa Natal de este mundialmente conocido pintor malagueño, el Centre Pompidou y el Museo Carmen Thyssen con sus colecciones de los siglos XIX y XX, entre otros.
Es indispensable pasear por el Muelle Uno al atardecer y disfrutar de un vibrante ambiente junto al mar. Por supuesto, no puedes irte sin probar un espeto de sardinas o una fritura variada de pescado. Además, para adentrarte en su historia y rica cultura, puedes reservar una visita guiada por el Centro Histórico y Catedral de Málaga. Y, al anochecer, nada mejor que ver un espectáculo flamenco en vivo en un tablao malagueño.
3. Almería: desierto, castillos y paisajes de otro planeta
Almería es un destino sorprendente donde la historia y la naturaleza se dan la mano. La Alcazaba de Almería, una de las mayores fortalezas musulmanas de España, domina la ciudad con sus vistas espectaculares. Su Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación (siglo XVI) destaca por su peculiar aspecto de “fortaleza” con sus gruesos contrafuertes en el exterior. Junto al mar se puede admirar el antiguo Cable Inglés, una muestra de la destacada industria minera que tuvo Almería, transportando el mineral procedente de las Minas de Alquife.
Fuera de la capital, puedes adentrarte en el Desierto de Tabernas, escenario natural de míticos westerns, o descubrir la belleza volcánica del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. El Arrecife de las Sirenas, con sus formaciones rocosas y aguas turquesa, te hará sentir en otro mundo. Tienes un montón sitios que conocer y planes para aprovechar tu escapada. Desde visitas guiadas en Almería y su Alcazaba, hasta hacer una ruta a caballo por el Desierto de Tabernas. O bien, disfrutar de una excursión de un día en Cabo de Gata desde Almería, conociendo su vinculación con el cine.
4. Valencia: tradición y vanguardia
Valencia mezcla su legado histórico con su modernidad. Fundada por los romanos como Valentia, “tierra de valientes”, conserva su historia en la Ciudad Vieja y la parte moderna a extramuros. Puedes descubrir desde su Lonja de la Seda hasta la icónica y futurista Ciudad de las Artes y las Ciencias; pasando por Torres de Serranos y la Catedral de Santa María con su “Miguelete”, un fascinante conjunto arquitectónico que combina estilos gótico, renacentista, barroco y neoclásico. El verano invita a terminar el día en la playa de la Malvarrosa, disfrutando de una auténtica paella valenciana. No puedes perderte planes de turismo cultural como una visita guiada al Centro Histórico de Valencia o un Tour en la Ciudad de las Artes y las Ciencias + Entradas Oceanogràfic y Museo de Ciencias.
5. Tarragona: la Roma junto al Mediterráneo
Tarragona ofrece un increíble legado romano en la Costa Dorada por su pasado como Tárraco: un anfiteatro junto al mar, un circo, un foro, un acueducto, restos de murallas imperiales y la Torre de los Escipiones. Sobre la ciudad romana se construyó la Tarragona actual, conservando de su pasado medieval monumentos únicos como su singular catedral gótica. Pero por Tarragona también pasó la fiebre del modernismo catalán, como se puede ver en el Camarín del Convento de los Padres Carmelitas Descalzos o en el Mausoleo de Jaime I, obra de Lluis Domenech i Montaner. En verano, la ciudad cobra vida con festivales, mercados y paseos marítimos llenos de ambiente. Tarragona es ideal para combinar cultura con un chapuzón en sus playas de agua cristalina.
6. San Sebastián: elegancia entre montes y cultura
Más allá de su famosa playa de La Concha, Donostia destaca por su elegancia y su intensa vida cultural. La neogótica Catedral del Buen Pastor, El ecléctico Palacio Real de Miramar, el Museo San Telmo o el casco viejo lleno de historia complementan una experiencia que combina con su reconocida gastronomía. San Sebastián es perfecta para quien busca verano con estilo y con temperaturas más frescas. No puedes dejar escapar una apetecible visita guiada por San Sebastián con degustación de Pintxo o recorrer las playas de San Sebastián en una ruta guiada en bicicleta.
7. Palma de Mallorca: calas, historia y ambiente mediterráneo
La capital balear es un destino para quienes buscan esencia mediterránea junto al mar e increíbles calas. Su impresionante catedral gótica de Santa María con gruesos contrafuertes junto al mar, la Lonja de Palma con sus columnas helicoidales, el Palacio Real de la Almudaina y el Castillo de Bellver —una fortaleza gótica única con planta circular y un elegante patio central— son paradas obligadas para descubrir el pasado medieval de Palma desde los tiempos de Jaime I. El casco antiguo, invita a pasear sin prisa. Además, cerca de la ciudad encontrarás playas y calas de aguas turquesa donde relajarte tras un día de turismo cultural. Y, al anochecer, refréscate contemplando un espectáculo flamenco en el Tablao Flamenco Alma, en el corazón de la ciudad.