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Situada en la provincia de Pontevedra, Vigo es una ciudad gallega de la zona de las Rías Baixas. Un municipio costero con una historia muy particular, determinada por su situación geográfica y por la importancia de la Ría de Vigo.
La comarca de Vigo y la zona que ahora ocupa la ciudad han estado pobladas desde tiempos prehistóricos. De esos momentos, hace milenios, nos han quedado vestigios como el Dolmen a Casa dos Mouros. Ya durante la Edad del Bronce, en torno al siglo VIII a.C, comienza a desarrollarse la cultura castreña, cuyos yacimientos principales son los conocidos castros o poblados fortificados. El mayor poblado de este tipo conocido en la zona de Vigo es el que se situaba en el hoy llamado Monte del Castro. Esta cultura sería el precedente de la ocupación de los pueblos celtas, que tanto marcaron a Galicia y más concretamente a la zona viguesa. Con la llegada romana la zona de Vigo se convierte en un punto comercial muy importante. Las excavaciones realizadas en el casco histórico y el Arenal han demostrado la importancia del asentamiento.
Poco se sabe de Vigo en la Alta Edad Media. Se conoce a través de una serie de documentos que en el siglo XI el núcleo actual seguía poblado, existiendo en el mismo una serie de iglesias románicas que no han perdurado. De hecho, de época medieval solo se han conservado las iglesias de Santa María de Castrelos, San Salvador de Corujo y Santiago de Bembrive. También se han conservado de este periodo los puentes de Castrelos y Sárdoma. Ya durante la Edad Moderna, los ataques piratas hacen que sea necesario construir un recinto amurallado y el imponente Castillo de San Sebastián. Vigo era en aquel momento una ciudad bastante rica y próspera que solía sufrir incursiones de piratas ingleses.
Cabe destacar como Vigo ha sido fuente de inspiración en música, poesía o literatura. Es muy conocido el caso de Julio Verne, que en 1878 visitó la ciudad con el objetivo de contemplar la Ensenada de San Simón, que acabaría apareciendo en 20.000 leguas de viaje submarino.
En la actualidad es una ciudad en la que disfrutar de un patrimonio cultural excelente a la vez que de unas playas y gastronomía únicas. Destacan, por ejemplo, las playas de A Calzoa y A Lagoa. También es de obligada visita el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo. En lo que se refiere a la gastronomía no podemos abandonar la ciudad sin disfrutar de sus famosas ostras en el Casco Vello.
Por último, cabe destacar cómo Vigo es un punto de salida hacia las Islas Cíes, que cada día reciben un mayor número de visitas.
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