Ceuta

La ciudad autónoma de Ceuta destaca por ser junto con Melilla uno de los dos territorios españoles situados en el continente africano. Concretamente, se encuentra situada en la península Tingitana, a las orillas del Mediterráneo.

Por su territorio han pasado cartagineses, romanos, vándalos o bizantinos. Durante la Edad Media formó parte del Califato omeya hasta el 788. Desde el siglo VIII comenzaría un periodo de inestabilidad continua, cambiando la ciudad continuamente de manos. Esto se debe a que era y es un lugar realmente estratégico para el control del estrecho de Gibraltar. De ahí que sus Murallas Reales destaquen en el entramado urbano. 

Ceuta permaneció bajo dominio musulmán hasta 1415, cuando es conquistada por el Reino de Portugal. La ciudad pasa a manos hispánicas con la integración del reino portugués en la Monarquía Hispánica en 1580. En 1668, ya con Portugal y la Monarquía Hispánica separados, Ceuta pasaba oficialmente a manos castellanas. Desde ese momento y hasta el siglo XIX se sucederían importantes asedios musulmanes a la ciudad.

Fruto de esta particular historia, Ceuta posee una serie de construcciones de gran valor e interés patrimonial muy peculiares. Por ejemplo, destacan las Murallas Reales, un entramado defensivo espectacular. También se conservan restos de murallas de época meriní a la vez que una basílica tardorromana y unos baños árabes.

Realmente peculiar es la historia de la Catedral de la Asunción, que en época islámica fue una mezquita y que tras ser construida en época portuguesa acabó destruida tras los diversos conflictos de la zona. Fue levantada de nuevo, en base a unos parámetros barrocos y renacentistas entre los siglos XVII y XVIII. Ceuta destaca también por poseer una red importante de mezquitas.

A todo esto hay que añadir sus maravillosas playas y su cercanía a Marruecos, un país que cada vez cuenta con más visitantes de origen español.